Violeta Parra nació el 4 de octubre en San Carlos, en la Región de Chillán, al sur de Chile. Su padre era profesor de música, su madre una campesina guitarrera y cantora. Fueron nueve hermanos de los cuales uno era Nicanor Parra (poeta) el cual fue decisivo para que Violeta empezara a recopilar la música chilena.
A los nueve años comenzó con la guitarra y el canto. Y a los 12 compuso sus primeras canciones. Tuvo que abandonar sus estudios para ayudar a sus padres en el campo.
En 1929 falleció su padre y, a los 15 años, decide irse a Santiago para terminar sus estudios invitada por Nicanor. Allí, se presentó cantando en bares, quintas de recreo y pequeñas salas de barrio.
Después de unos años, conoce a Luis Cereceda y contrae matrimonio con él, con el cual tuvo dos hijos: Isabel y Ángel.
En 1948 se separa de Luis Cereceda y continúa su misión de recoleccionar canciones antiguas de Chile.
Al año siguiente se vuelve a casar con Luis Arce con quién tiene a sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara (quién fallecería al poco tiempo).
Conoce a muchos compositores, los cuales le enseñaron música que ya no se estaba tocando. Compone canciones y música instrumental pero donde más se destaca es en las décimas donde destacan las manifestaciones por los problemas sociales que también marcan en ella tristeza, frustración e infelicidad.
También es pintora, escultora, bordadora, ceramista, pasando a la medida de su humor de una técnica o género creativo otro.
Después de un tiempo, se va por Europa y permanece en Francia durante unos años donde, finalmente, logró encantar al público francés.
Vuelve a Chile tras la muerte de su hija Rosita Clara.
Después de un tiempo, sus trabajos llegan a Alemania, Italia, Argentina, Rusia, Finlandia.
En 1965 instala en la reina una carpa que pretende convertir en un centro de cultura folklórica.
A los 50 años, el 5 de febrero de 1967, incomprendida por el público chileno y siendo incapaz de resolver sus problemas amorosos, se suicida en la carpa de La Reina.
A los nueve años comenzó con la guitarra y el canto. Y a los 12 compuso sus primeras canciones. Tuvo que abandonar sus estudios para ayudar a sus padres en el campo.
En 1929 falleció su padre y, a los 15 años, decide irse a Santiago para terminar sus estudios invitada por Nicanor. Allí, se presentó cantando en bares, quintas de recreo y pequeñas salas de barrio.
Después de unos años, conoce a Luis Cereceda y contrae matrimonio con él, con el cual tuvo dos hijos: Isabel y Ángel.
En 1948 se separa de Luis Cereceda y continúa su misión de recoleccionar canciones antiguas de Chile.
Al año siguiente se vuelve a casar con Luis Arce con quién tiene a sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara (quién fallecería al poco tiempo).
Conoce a muchos compositores, los cuales le enseñaron música que ya no se estaba tocando. Compone canciones y música instrumental pero donde más se destaca es en las décimas donde destacan las manifestaciones por los problemas sociales que también marcan en ella tristeza, frustración e infelicidad.
También es pintora, escultora, bordadora, ceramista, pasando a la medida de su humor de una técnica o género creativo otro.
Después de un tiempo, se va por Europa y permanece en Francia durante unos años donde, finalmente, logró encantar al público francés.
Vuelve a Chile tras la muerte de su hija Rosita Clara.
Después de un tiempo, sus trabajos llegan a Alemania, Italia, Argentina, Rusia, Finlandia.
En 1965 instala en la reina una carpa que pretende convertir en un centro de cultura folklórica.
A los 50 años, el 5 de febrero de 1967, incomprendida por el público chileno y siendo incapaz de resolver sus problemas amorosos, se suicida en la carpa de La Reina.